La idea de rehacer los clásicos animados de ayer y hoy de Disney no viene de la época moderna: hace treinta años, en 1994, Stephen Sommers dio su particular visión de 'El libro de la selva', seguida por '101 dálmatas (más vivos que nunca)'. El experimento funcionó pero no se retomó a gran escala hasta 2015, cuando Kenneth Branagh adaptó 'Cenicienta' a su manera. Desde entonces, no ha habido año sin una adaptación a imagen real, y este año le toca el turno a 'Pinocho', una decisión tan arriesgada y creativa como comerse un croissant en el desayuno.
Soy un niño de verdad
Disney parece debatirse entre dar total libertad al director para estos remakes (como Tim Burton con 'Dumbo') o seguir paso por paso la película original ('El rey león', de la que, por cierto, se espera una secuela). En el caso de 'Pinocho' parece que Robert Zemeckis ha escogido un punto medio: los diseños son iguales pero el estilo visual es mucho más creativo de lo que se le pedía.
En el primer tráiler, que anuncia su lanzamiento para el Disney+ Day, el 8 de septiembre, vemos todos los elementos reconocibles: el taller de Gepetto, la nariz de Pinocho, Pepito Grillo, la ballena... Pero con un diseño de producción francamente sorprendente para las pocas ganas que le han puesto a los rediseños de los personajes.
No es el único 'Pinocho' que nos espera este año: Guillermo del Toro ha preparado su propia versión, esta sí, que no tiene 'When you wish upon a star' pero tiene un estilo a lo 'Coraline' o 'James y el melocotón gigante' irresistible frente al continuismo de Disney. No es que a la empresa del ratón le importen las críticas a su manera de sacar leche de la vaca incluso cuando parece que ya no queda: ya preparan más de diez remakes, entre los que se encuentran 'Bambi', 'Robin Hood', 'El jorobado de Notre Dame' y hasta 'Lilo y Stitch'. ¿Dejará de ser rentable algún día la gallina de los huevos de oro? Parece que mientras exista Disney+ no es ni siquiera factible.